En el año 2030 Paraguay será un país orgulloso de haberse convertido en una nación próspera en términos sociales, competitiva a nivel productivo y ambientalmente sostenible con base en el crecimiento de la producción a una tasa del 7% anual por dos décadas, sustentado en la construcción de una imagen internacional positiva, una institucionalidad transparente, alta gobernabilidad gracias a la existencia de un robusto contrato social, un marco institucional moderno y eficiente, independencia judicial y alta estabilidad macroeconómica.
La paraguaya será una sociedad educada, productiva, solidaria, feliz y orgullosa, en que la pobreza extrema se ha erradicado y la pobreza se ha reducido al 50% de su nivel de 2008. Tendrá un sector productivo de creciente valor agregado, orientación exportadora e innovación que ha llevado muchas marcas paraguayas al mundo, que ha generado oportunidades de inversión y empleo gracias a una plena integración con sus naciones vecinas y presencia en los principales mercados emergentes del planeta.
También una alta ecoeficiencia nacional resultado de políticas e inversiones en energía renovable, reforestación, el manejo productivo y sostenible de recursos críticos y un profundo respeto de la naturaleza.

