British Standards Institution (BSI) ha celebrado recientemente en Madrid, Barcelona y Bilbao varias jornadas para promover el lanzamiento de las normas internacionales PAS 2050 y PAS 2060. Éstas versan sobre gestión, verificación y neutralización de la huella de carbono.
Las jornadas han reunido a diversos expertos y responsables en gestión medioambiental para abordar la reducción de la huella de carbono en empresas, instituciones y organizaciones.
A parte de las PAS, hay otras normas internacionales al respecto del impacto ambiental de la huella de carbono. Entre ellas destaca la ISO 14064-1. Consiste en la “especificación con orientación, a nivel de las organizaciones, para la cuantificación y el informe de las emisiones y remociones de gases de efecto invernadero” (ISO).
Una huella de carbono es la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por un individuo, una organización, un evento o un producto. Tal impacto ambiental se calcula mediante un inventario de emisiones según lo fijado en las mencionadas normativas internacionales. La huella de carbono se mide en masa de CO2 equivalente. Tras fijarse el tamaño de la huella es posible implementar una estrategia de reducción y/o compensación de emisiones.
David Díaz, director regional de BSI y ponente en las jornadas de lanzamiento de las normas PAS, aboga por el producto ecológico. “Lo habitual es que la gente piense que todo producto ecológico tiene que ser necesariamente más caro pero esto no siempre tiene que ser así. El cálculo de la huella de carbono es el mejor modo de conocer una organización y sus fuentes de emisión, y este es el primer paso para empezar a trabajar en la reducción de costes”, aseguró.
En este sentido, el Díaz coincidió con el resto de ponentes en definir la huella de carbono como “un indicador clave del rendimiento de las empresas y un factor crítico para la inversión”.
Para otro ponente, Jordi Pujol, gerente de LOW CO2, “toda empresa que gestiona su huella de carbono, gestiona directamente los costes asociados a sus procesos, dispone de un mayor control de éstos y puede posicionarse delante de otros competidores que no la gestionen con nuevos argumentos comerciales y corporativos, con lo que dispone de ventaja competitiva”.
Mientras, Raquel Azcarraga, directora de Sostenibilidad de Bankinter, habló del Proyecto Huella de Carbono, una estrategia a través de la cual han logrado calcular y reducir las emisiones directas generadas por la entidad de 2010 a 2011. Este proyecto aporta medidas como el ahorro energético (con instrumentos como sensores para controlar la iluminación o la sustitución de lámparas convencionales por LEDS), las mejoras tecnológicas (como el uso de la videollamada o videoconferencia para evitar el coste de los desplazamientos de empleados), la formación y concienciación de la plantilla para la optimización de recursos de uso cotidiano (como en el uso del papel o la impresión de documentos), o el desarrollo de otras iniciativas para compensar las emisiones ya generadas por la entidad (como el Bosque Bankinter, un proyecto por el cual el banco planta un árbol por cada nuevo cliente de la entidad financiera).
Estas medidas son propuestas en la norma de RSC ISO 26000, que HOI está actualmente aplicando.
