ISO 26000, el faro de la responsabilidad social

ISO 26000, el faro de la responsabilidad social

En 1244 el Rey Jaume I decreto en Monells, un pueblo gerundense, una unidad de medida de cereales llamada en “la mitgera de Monells”. Se aplicó en el comercio de  todo el obispado de Girona. Un ejemplo histórico que manifiesta una necesidad inherente a la vida en sociedad: generar parámetros homogéneos de entendimiento.

La Organización Internacional de Normalización, conocida como ISO, del término griego “isos” (que significa igual) es una organización no gubernamental, integrada por entes de estandarización de 130 países. Desde 1947 promueve el desarrollo de la normalización en el mundo, para facilitar el intercambio de servicios y bienes.

La ISO se preguntó: ¿Se puede llegar a normalizar las pautas de comportamiento responsable de las organizaciones? Un nuevo reto global para conseguir el consenso y saber de qué se habla cuando mencionamos la Responsabilidad Social de las organizaciones.

En el trabajo de elaboración de la ISO 26000 participaron 400 personas, entre expertos de 99 países miembros de ISO y 42 organizaciones públicas y privadas.

En concreto, han estado representados la industria, la administración, los sindicatos, consumidores, organizaciones no gubernamentales y centros de investigación. El grupo responsable de la ISO 26000 fue el mayor grupo de trabajo de ISO formado hasta la fecha.

El 1 de noviembre de 2010 se publicaba. El reto de definir la responsabilidad social estaba superado.

La ISO 26000 representa un faro en la Responsabilidad Social. Llega en un momento oportuno ante tanta desorientación sobre las formas de proceder correctas de las organizaciones, desde los gobiernos a las empresas. La ISO 2600 aporta luz para encontrar los criterios que permitan diferenciar. Donde no se distingue se confunde. Y, actualmente, ante tanta información sobre la responsabilidad social corporativa, hay mucha confusión.

La ISO 26000 es aplicable a todo tipo de organizaciones, grandes, medianas y pequeñas, públicas y privadas, de países desarrollados y en desarrollo.

La ISO 26000 indica una dirección sin fijar una senda exacta, orientada a la “conciencia” de cada organización en cómo realizar prácticas responsables.  Vivimos en sociedades con tantas reglas establecidas por cumplir que se ha llegado a descuidar el desarrollo de la responsabilidad individual y social. Se muestra a diario que la imposición per se no es el camino para ser más conscientes de la responsabilidad que se debe frente a la sociedad y esto ha causado una pérdida de confianza de la efectividad de las reglas impuestas.

La ISO 26000 no tiene propósito de ser certificada, sino de ser cumplida. Básicamente porque apela a los motivos intrínsecos de la responsabilidad. No se trata que las organizaciones busquen ser certificadas sino que reconozcan todos a la organización en su actuación del día a día como un ente responsable.

La ISO 26000 ofrece orientaciones completas para el interior de la  organización. Una empresa es responsable cuando los individuos que la integran son responsables. El activo más preciado de las organizaciones es el humano.  El colectivo debe ser empático con su entorno, saber que son elementos de un sistema mucho mayor, la Humanidad, al que están indefectiblemente ligados. La sostenibilidad pasa por la consideración de esta realidad y la coordinación de todas las acciones hacia ese respeto.

Desde Heading Out Investment, “HOI”, todos sus miembros, en el cumplimiento de la misión que nos ocupa, reformular los principios de la inversión, compartimos e intentamos aplicar con mayor rigor día a día, los principios de la ISO 26000.

Invertir, levantar oportunidades en sociedades emergentes y con ello conseguir un crecimiento sostenible, se hace bajo la convicción de seguir la luz de este faro.

¿Qué esperamos en HOI de la aplicación de la ISO 26000?

Desarrollar una organización capaz de trabajar con ganas, ser eficaces y eficientes en obtener el beneficio económico y social perseguido para nuestros Investor Partners y para el conjunto de sociedad en la que impactamos.

El valor añadido de la responsabilidad va más allá de una actuación puntual o filantrópica, es hacer de ese compromiso parte del ser mismo de la compañía.

Por ello, la comunicación de su seguimiento entendemos es una pequeña contribución a cómo se pueden hacer las cosas de un modo diferente. Refleja los pasos de la gestión en esa dirección, ofrecemos transparencia, fortalecemos una reputación de cómo se procede y generamos la confianza necesaria para avanzar en un mundo repleto de incertidumbres.

A este post de introducción sobre la ISO 26000 seguirán una serie donde analizaremos aspectos prácticos de la misma  aplicados en el día a día.

El faro está, de nosotros depende llegar a buen puerto.

To Advance