Hoy comienza la Cumbre de la Tierra Río+20 en Río de Janeiro, Brasil. El objetivo fundamental del evento es avanzar sobre el compromiso de los estados y la Comunidad Mundial sobre los grandes cambios de este siglo XXI y, en especial, el desarrollo sostenible.
En la cumbre están representados 128 países y en cartel miles de propuestas llegadas a los responsables de tomar decisiones; entre ellas las propuestas de cien academias de ciencias de todo el mundo y miles de ONG ambientalistas movilizadas.
Una de las principales decisiones en negociación es el lanzamiento de objetivos de desarrollo sostenible que obliguen a los países a cumplir metas relativas a cambios en los padrones de producción y consumo, energía y agricultura sostenibles.
Las riendas de la conferencia están en manos de Brasil, que como anfitrión asumió el comando de las negociaciones este fin de semana, cuando presentó un nuevo borrador del texto final, intentando alcanzar un acuerdo tras cinco meses de negociaciones que no lograron un consenso.
“Lo que necesitamos es un manual para salvar el mundo, no páginas sin contenido”, ha denunciado el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Y es que la sombra de la falta de viabilidad planea sobre la cumbre. La ausencia a un encuentro de esta envergadura planetaria, nada menos que los presidentes Barck Obama. Angela Merkel y David Cameron Ha caído como un jarro de agua fría.
La impresión es que los países desarrollados están más preocupados con sus políticas locales, sus reelecciones y con la crisis económica, que con desafíos ambientales que afectan a la humanidad en su totalidad. Y podría ser el peso de la crisis económica que atenaza a Europa y a los Estados Unidos, la que acabe frustrando las muchas esperanzas puestas en Río+20.
Por el momento, Río+20 se ha empezado a mover entre la ilusión por nuevas decisiones a nivel mundial y un cierto desencanto viendo, como en la conferencia sobran temas y faltan consensos, sobre todo de los que más pesan a la hora de las decisiones finales. Veremos qué punto de la balanza pesa mas.
